La directora de Proyectos y Regulación de la Secretaría de Energía Eléctrica, María del Carmen Rubio, reconoció que se usó el modelo santafecino, que es el único distrito que cuenta con una reglamentación de la normativa. “Tomamos esa ley y trabajamos para un proyecto provincial. Ayer en la mesa de trabajo logramos tener un borrador casi definitivo”, anticipó.
Como novedad, el caso rionegrino no quedará circunscripto a las viviendas particulares como ocurre en Santa Fe sino que pretende incorporar a todo tipo de edificio. “Nosotros lo llevamos más allá y lo llevamos a todos los inmuebles, para que incluya todo lo que es comercio, industria. Queremos hacer una ley bien amplia”, indicó.
Rubio explicó que el etiquetado de viviendas tiene que ver con eficiencia energética, que es un recurso disponible, es ahorro; y va a significar para toda la gente de Río Negro poder saber qué característica de eficiencia tienen nuestros inmuebles.
“Nos va a permitir a cada uno como usuarios saber de nuestras propias viviendas. Sobre la vivienda que vendemos o alquilamos. Qué tipo de recursos consume y eso nos da una pauta, al igual que hoy cuando vamos a elegir un electrodoméstico y tienen una etiqueta”, amplió.
Entre los detalles del proyecto que se discutieron está la categorización inicial de todos los inmuebles, independientemente de si fueron o no auditados. Como se trata de un procedimiento voluntario que depende de la inversión en eficiencia energética que haga el propietario del inmueble, solo ello lo habilitará para pedir un cambio en la categoría que se le asigne por defecto. Pasar a una línea superior más eficiente vendrá acompañado de los estímulos que considere el Estado Provincial, que podrán ser bonificaciones en los servicios o descuentos en tasas impositivas.
Rubio apuntó que queda un par de semanas de interconsultas para cerrar el texto que formará parte del anteproyecto que remitirán al Poder Ejecutivo provincial.
Capacitación y prueba piloto
En paralelo, se está organizando para mediados de abril junto a los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros, una capacitación para formar a los profesionales que puedan emitir esas etiquetas, de acuerdo a los parámetros establecidos en el Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas.
El curso será de 40 horas cátedra con una carga práctica, relacionada con un una prueba piloto para etiquetar 200 viviendas en la zona del Alto Valle y así contar con los análisis bioclimáticos propios de nuestra zona.
Sobre la etiqueta de eficiencia energética
La etiqueta de Eficiencia Energética es un documento en el que figura una escala de letras desde la “A” (el mayor nivel de eficiencia energética) hasta la “G” (el menor nivel de eficiencia energética), que determina la clase de eficiencia energética de una vivienda, asociada a un rango de valores del Índice de Prestaciones Energéticas, determinado conforme Norma IRAM 11.900 / 2017.
El Índice de Prestaciones Energéticas (IPE) es un valor característico de la vivienda, que representa el requerimiento teórico de energía primaria para satisfacer las necesidades de calefacción en invierno, refrigeración en verano, calentamiento de agua sanitaria e iluminación, durante un año y por metro cuadrado de superficie, bajo condiciones normalizadas de uso. Se expresa en kWh/m2año.
Este indicador es independiente del uso, y permite cuantificar las prestaciones energéticas de las viviendas para poder compararlas con un criterio unificado, y a partir de esto construir una línea de base que sirva como referencia para la elaboración de políticas públicas y el direccionamiento de mecanismos de incentivos diversos. La escala de letras es diferente para cada zona climática del país.
Sobre la Mesa de Eficiencia Energética
Además de la Secretaría de Energía, la Mesa está integrada por el Ministerio de Educación; el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte; la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable; la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo para la Producción; la empresa forestal rionegrina EMFORSA; el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE); el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); la Secretaría de Programas Especiales y Enlace con el Consejo Federal de Inversiones (CFI); la Universidad Nacional del Comahue; la Universidad Nacional de Rio Negro; la Universidad de Flores; y la empresa transportista de petróleo Oldelval, que posee experiencia en la aplicación de un sistema de gestión de eficiencia energética en la compañía.