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Salud recomienda tomar precauciones para evitar golpes de calor

El Ministerio de Salud de Río Negro, a través del Departamento Salud del Niño, ofreció una serie de recomendaciones para prevenir golpes de calor en los más pequeños.

Fecha: 21 de diciembre de 2015
La titular del área, Isabel Posse, expresó que “hay que tener especial cuidado con los bebés y niños pequeños, ya que son dos de los grupos más expuestos a los golpes de calor, los chicos no pueden estar al sol”. 
“El golpe de calor es un cuadro derivado de las altas temperaturas, que puede incluso ser mortal. Los chicos menores de un año no pueden ir a la playa, tienen que estar en lugares frescos y ventilados”, resaltó la profesional.
Sostuvo que “hay que evitar el exceso de actividad física en las horas de más calor, ofrecer agua de forma frecuente al bebé y si es lactante tiene que tomar teta con frecuencia; además de optar por ropa holgada”. 
“El niño debe beber agua aunque no sienta sed, es el primer paso para evitar que sufra un golpe de calor. Los bebés y menores de seis años constituyen dos de los principales grupos de riesgo, junto con los ancianos, los deportistas y las personas enfermas”, explicó.
Señaló también que “no es extraño que los pequeños, sin el cuidado atento de sus padres, puedan experimentar una deshidratación. Hay que tener en cuenta que los niños no saben pedir agua y que su sistema de autorregulación térmica, además, no ha culminado su desarrollo”. 
Resaltó también que es muy importante “evitar exponer a los bebés y niños a temperaturas muy elevadas, porque esa es la primera clave para prevenir los golpes de calor” y además “hay que procurar mantener a los pequeños en ambientes frescos y usar el aire acondicionado y los ventiladores cuando se encuentren en espacios interiores”. 
“Se debe impedir su exposición al sol durante las horas de más altas temperaturas, entre las 11 y las 18”, señaló Posse. 
Desde la cartera sanitaria destacaron el peligro que entraña dejar a los niños en el interior de los autos u otros vehículos estacionados al sol. La temperatura en estos espacios se torna demasiado elevada y aparece el riesgo de sufrir un golpe de calor. 
Una buena opción es refrescar al bebé con baños o duchas con agua fresca, varias veces al día en las jornadas más calurosas. Otra protección importante es usar gorros o sombreros, confeccionados con tejidos ligeros, que permitan la sudoración. 
Además, se recomienda prestar mucha atención al estado anímico y físico de los bebés y niños. Si se percibe al bebé decaído, irritable y con la piel muy caliente pero sin sudor, es posible que esté sufriendo los primeros síntomas de un golpe de calor. 
Las señales más claras son la fiebre, el dolor de cabeza, vómitos, pulso débil y acelerado. Los síntomas más graves del golpe de calor son la presencia de convulsiones, una disminución del nivel de conciencia o pérdida del conocimiento (desmayo). En estos casos, además de las medidas que en general se recomiendan para actuar ante un golpe de calor, se debe acudir de inmediato a la consulta de un médico. 
Finalmente, la doctora Posse destacó la importancia de enjuagar con agua común a los niños luego de meterlos en agua salada, porque la sal y la arena lastiman sus zonas más sensibles.
 

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